No es ningún secreto que la mayoría de los teclados de ordenador están bastante sucios. Lo que quizás no nos paramos a pensar es que esta suciedad se traduce en microorganismos que pueden afectar a nuestra salud.
En varios estudios realizados se ha determinado que un teclado medio puede contener varios miles de bacterias por centímetro cuadrado, más de las que puedas encontrar en un inodoro bastante sucio. También se encuentran habitualmente miles de hongos. Considerando que el teclado es una herramienta habitual a la que además accedemos con las manos, podemos considerarlo como un potencial foco de infecciones, entre la que cabe destacar la gastroenteritis.
De lo anterior se deduce que es muy recomendable limpiar el teclado de vez en cuando. Pero ¿Cómo hacerlo?. A continuación explicamos la forma más práctica y sencilla que conocemos.
Antes que nada debes apagar completamente tu ordenador, ya que de lo contrario podrías estropearlo.
Si hablamos de un teclado de sobremesa (no portátil) podemos atrevernos a ir quitando cada una de las teclas para limpiar tanto las propias teclas como la suciedad debajo de ellas. Las teclas pueden quitarse haciendo palanca con un destornillador de pala de tamaño mediano o pequeño. La tecla de espacio no debes quitarla (salvo que seas muy manitas) ya que puede ser bastante difícil de volver a poner. Otras teclas como la de Enter, Ctrl, Alt, etc… suelen tener una pequeña barrita de metal debajo de ellas, pero basta con dejarla en la misma posición en la que estaba, sin más.
Para limpiar las teclas puede ser suficiente agua y jabón o si se quiere algún producto de limpieza suave. Puedes limpiar las teclas de una en una o depositándolas todas en un recipiente. Una buena idea es usar un cepillo de dientes para arrancar mejor la suciedad de las teclas y también la que hay en el ordenador debajo de ellas. También puedes usar algo de alcohol para arrancar la mugre de las teclas más sucias, pero tratando de que no llegue a las letras o números para que no se despinten.
Puedes proceder a colocar las teclas en el teclado, una vez estén secas. Esto se realiza haciendo una ligera presión sobre cada una de ellas en el hueco correspondiente. Puesto que puede ser bastante lioso saber donde estaba cada una de las teclas, es muy recomendable hacer una foto del teclado con un móvil antes de proceder a la limpieza.
Si hablamos de un teclado de portátil, no es nada recomendable quitar las teclas ya que poseen un mecanismo que hace bastante difícil volverlas a poner. En este caso para limpiar la superficie que queda debajo de las teclas puedes usar un bote de aire comprimido o si eres cuidadoso, una aspiradora colocada a cierta distancia y a potencia mínima. Con esto eliminarás gran parte de los residuos que se esconden en el interior del teclado de tu portátil.
Por último debemos tener en cuenta que un buen número de bacterias se encuentran también en otros dispositivos algo más fáciles de limpiar como el ratón, los teléfonos móviles, tablets o mandos a distancia.