La tarjeta gráfica es la encargada de procesar los datos provenientes de la unidad central de procesamiento (CPU) y transformarlos en información que pueda ser leída por el monitor. Las imágenes, videos, cuadros de texto o cualquier cosa que se muestre en el monitor se pueden ver gracias a la tarjeta de video.

Sin embargo, hay ciertos síntomas que indican cuando la tarjeta de video de nuestro ordenador está dañada: pantalla en negro, el ventilador sonando demasiado, distorsión en las imágenes que muestra el monitor, pantallazos azules de la muerte, imágenes colgadas continuamente, entre muchos más.

Es importante destacar que algunos de estos síntomas también pueden deberse al fallo de otros componentes, por ello, debes hacer un diagnóstico detallado.

¿Cómo sabemos que tarjeta de video comprar? Primeramente debemos saber cómo funciona una tarjeta para luego decidir cuál es la más idónea.

El procesador central o CPU hace los cálculos y envía dicha información al procesador gráfico de la tarjeta también conocido como chip gráfico, posteriormente esta información es almacenada en la memoria gráfica para luego ser enviada al monitor mediante el conversor de memoria digital analógica o mejor conocido como RAMDAC, por sus siglas en inglés.

PROCESADOR GRÁFICO

Es el encargado de realizar todas las operaciones gráficas, la rapidez del mismo definirá la rapidez la de la tarjeta gráfica como tal.

Hay dos tipos de procesadores, los procesadores 2D (dos dimensiones), estos son los tradicionales, se usaban en modelos de ordenadores viejos y aunque cueste creerlo, se siguen usando en modelos actuales. Procesan información gráfica básica como líneas y textos o también el cursor del mouse, cuadros de texto y demás. Este tipo de procesador puede manejar data 3D, sin embargo, lo hace bajo una simulación 3D que ofrece una calidad pobre y a una terrible lentitud.

Los procesadores 3D (tres dimensiones) son los más actuales y estos son necesarios cuando los ordenadores requieren de una calidad visual mucho mayor, como videojuegos modernos o edición de videos.

MEMORIA GRÁFICA

Si quieres que haya más resolución y que se presenten distintos colores simultáneamente en la pantalla, la memoria gráfica es la encargada de ello. Su rapidez se mide por qué tan rápido puede escribir y leer datos que ella transmitirá a la RAMDAC.

Mientras más resolución desees, más será la memoria que necesitará la tarjeta. En ordenadores sin algún uso especial, se puede tener una memoria de 2GB con posibilidad de expandirse a 4GB o más, pero en ordenadores que trabajan con modelado 3D, 4GB es el mínimo y deben adaptarse a memorias de hasta 8 GB de RAM, de lo contrario, la presentación de las figuras 3D será pobre.

RAMDAC

El RAMDAC envía la información hacia el monitor, por lo que el tipo de monitor también es una variable a considerar a la hora de cambiar la tarjeta de video de tu ordenador.

La rapidez del RAMDAC, medida en mHz, definirá la calidad de la imagen que se muestre en el monitor y no solo eso, también la rapidez de las acciones que se muestren. Un ordenador sin algún uso especial debe tener como mínimo un RAMDAC de 175 mHz, todo esto si se cuenta con un monitor de cierta calidad.

La elección de un buen monitor va de la mano con la tarjeta gráfica, pues de nada sirve tener un RAMDAC de hasta 250 mHz (tarjetas gráficas de gama alta) y tener un monitor sencillo que no pueda recibir correctamente la información o trabaje a muy bajas frecuencias.

Todo esto es tan solo es un pequeño abreboca al mundo de las tarjetas de video, pero es un inicio que puede orientarte a la hora de elegir una tarjeta o entender con más facilidad si necesitas la ayuda de algún profesional.