Uno de los fallos más comunes que se presenta en un servicio técnico, es el del ordenador que no arranca. Suele ser un caso bastante frustrante para el usuario medio ya que inmediatamente tiende a pensar que todo está perdido y que se ha quedado sin ordenador para siempre.  Por supuesto veremos que esto no es así en absoluto.

En este artículo vamos a darte algunas pistas sobre la casuística de esta avería que en principio es bastante compleja por la cantidad de casos que puede abarcar. También tenemos que advertir que no podemos entrar a detallar cada una de las averías, y que lo que pretendemos es hacer una aproximación al problema. En próximos post seguramente completaremos esta información.

Para una mayor claridad vamos a contemplar, cinco tipos de casos.

Cables sueltos

Aunque pueda parecer algo elemental, lo primero que tendrás que revisar es  que el ordenador esté conectado a la alimentación  y que los cables que van al ordenador y al monitor respectivamente estén correctamente conectados. No son pocos los casos en los que el problema radica en algo tan simple como esto.  También es interesante recordar si el ordenador se ha movido o trasladado hace poco, ya que en ese caso, alguno de los cables internos ha podido soltarse provocando que el ordenador no arranque.

El ordenador no arranca ni hace ruido alguno.

Cuando el ordenador parece no hacer nada en absoluto, la causa más frecuente suele ser un fallo en la fuente de alimentación. Si la fuente de alimentación está averiada, lo más común es que el ordenador no encienda, pues es igual que si estuviera desenchufado de la corriente.  Digamos que esta es una de las cosas menos malas que nos pueden pasar, ya que la fuente afortunadamente es un componente hasta cierto punto barato.

Ahora bien cuando el ordenador no hace nada en absoluto, también puede deberse a un fallo en la placa base o procesador que es un asunto mucho más serio, pero ¿Cómo distinguir este fallo de otro en la fuente de alimentación? Una primera forma es ver si el ventilador de la fuente de alimentación está dando vueltas. En caso negativo podemos estar seguros de que es la fuente de alimentación la que falla.

Si  en cambio el ventilador de la fuente funciona, existen bastantes opciones de que sea de la placa base o procesador, pero no podemos descartar completamente la fuente, por lo que lo mejor será sustituirla para ver que ocurre. También debemos comprobar que los cables internos que van de la fuente a la placa base estén correctamente conectados

El ordenador no arranca pero da unos pitidos.

En ocasiones puede ocurrir que al encender el ordenador, este emita varios pitidos Esos pitidos son la forma en el que el ordenador nos da información cuando no es capaz de mostrar un error por pantalla. Cada placa base tiene un código de pitidos que puede ser distinto. Conocer este código puede ser fundamental para localizar la avería.

Estos pitidos nos suelen indicar fallos en los siguientes componentes: Tarjeta gráfica, memoria RAM, placa base o procesador.

Puedes consultar estos códigos en el manual de tu placa base, o si tienes un dispositivo conectado a Internet, buscando por el término “beep code”.

Windows no carga pero aparece un error

Hasta aquí los casos en los que el ordenador aparece” como muerto”,  pero  ¿Qué ocurre si nuestro equipo parece arrancar pero no llega a cargar Windows?  En este caso debemos de ver si aparece algún mensaje de error o no.  En caso de que aparezca la solución logicamente dependerá del mensaje en sí.  En un gran número de ocasiones el mensaje indica la falta de algún componente de Windows (pej NTLDR) , algo que normalmente tiene un arreglo relativamente fácil reparando o reinstalando el sistema operativo. También pueden aparecer literalmente cientos de otros errores relacionados con el propio sistema operativo o con los controladores.   Si hemos instalado o actualizado recientemente algún controlador (pej de la tarjeta gráfica) podemos esperar con muy alta probabilidad que sea esa la causa,  que el controlador no sea el correcto o que esté corrupto, por lo que tendremos que desinstalar el controlador que nos está dando problemas y volver a instalar el correcto.

Otras veces puede aparecer el temido “Hard disk fail” que indica un fallo en el disco duro, y que implica normalmente la sustitución del mismo.

Windows no carga ni aparece un error

Cuando no aparece ningún mensaje lo tenemos algo más difícil y hemos de realizar muchas más comprobaciones. En general hemos de revisar en busca de algún mal funcionamiento en algún componente.  Pero ¿qué componentes pueden hacer que Windows no cargue?

En primer lugar vamos a citar el caso de la tarjeta gráfica. Si está estropeada logicamente no veremos nada en pantalla. Podemos escuchar y ver actividad en el disco duro y en los ventiladores del equipo porque realmente Windows se habrá cargado aunque no lo podamos ver.  La prueba definitiva sería probar el equipo con otro monitor.

Otro elemento a chequear es el disco duro. Cuando el disco duro falla la mayor parte de las veces no nos lo comunica como un mensaje de error y es habitual que haga que el equipo no acabe de arrancar. El fallo puede ser lógico o físico. En el primer caso bastará con una reparación del disco mediante los comandos adecuados (habitualmente chkdsk y fixboot), si el fallo es físico en cambio, tendremos que sustituir el disco duro, pues aunque logremos arrancarlo, es sabido que estos fallos siempre van a más y pueden acarrear facilmente la pérdida de datos personales.

Otra causa muy común por la que un equipo no llega a arrancar es por calentamiento del procesador.  El calentamiento puede venir por un fallo en el ventilador del micro, por acumulación de polvo en el equipo o por falta de pasta térmica en el micro. El equipo arrancará pero cuando alcance una determinada temperatura se apagará. A veces esta temperatura puede alcanzarse en unos pocos segundos, por lo que el equipo no llegará ni siquiera a la carga del sistema operativo.

Por último el problema puede estar en un fallo del propio sistema operativo, controladores, o incluso en un virus.  En muchos de estos casos no aparece ningún mensaje de error, y la reparación o reinstalación del sistema suele ser la solución más habitual en estos casos.