El ransomware es una amenaza cibernética peligrosa y desgraciadamente bastante común, que puede tener consecuencias devastadoras para usuarios y empresas. Este tipo de malware cifra los archivos de un usuario o de una organización y exige un rescate a cambio de la clave de descifrado. Los atacantes suelen pedir el pago en criptomonedas como Bitcoin para mantener el anonimato.
El ransomware se presenta en varias formas. El crypto ransomware cifra archivos importantes, haciendo imposible acceder a ellos sin la clave de descifrado. El locker ransomware bloquea el acceso al sistema operativo, impidiendo el uso del dispositivo infectado. Por otro lado, el scareware finge ser un software legítimo y muestra falsas advertencias de infección, pidiendo un pago para «limpiar» el dispositivo.
Este malware puede propagarse de varias maneras: correos electrónicos de phishing con archivos adjuntos o enlaces maliciosos, sitios web comprometidos, enlaces maliciosos en redes sociales y aplicaciones de mensajería, y dispositivos USB infectados.
Para protegerse del ransomware, es fundamental mantener el software actualizado, ya que las actualizaciones de software y sistemas operativos incluyen parches de seguridad que corrigen vulnerabilidades. Usar un software antivirus y antimalware de calidad puede detectar y bloquear ransomware antes de que infecte tu sistema. Además, es buena idea realizar copias de seguridad regularmente de tus datos críticos y guardarlas en un dispositivo externo o en un servicio de almacenamiento en la nube.
Es importante ser cauteloso con los correos electrónicos y enlaces sospechosos, evitando abrir archivos adjuntos o hacer clic en enlaces de remitentes desconocidos. Utiliza contraseñas fuertes y la autenticación de dos factores (2FA) para añadir una capa extra de seguridad. Si gestionas una red, configura políticas de seguridad como la segmentación de red y el uso de firewalls para limitar la propagación del ransomware en caso de una infección. También, desactiva las macros en aplicaciones de Office o habilítalas solo cuando sea absolutamente necesario y de fuentes de las que puedas fiarte.
Si eres víctima de un ataque de ransomware, desconecta inmediatamente el dispositivo infectado de la red para evitar que el ransomware se propague a otros dispositivos. No pagues el rescate, ya que esto no garantiza que recuperarás tus archivos y solo incentiva a los atacantes. Contacta a las autoridades competentes, como la policía cibernética o agencias de seguridad informática. Si tienes copias de seguridad, restaura tus archivos desde allí, asegurándote de que el sistema esté completamente limpio antes de restaurar los datos. Por último ten presente que algunas herramientas pueden ayudar a descifrar archivos afectados por ciertos tipos de ransomware; consulta en internet para ver si hay herramientas disponibles para tu caso específico.